¿Sabías que algunas de las plantas más comunes que tenemos en nuestros huertos y jardines pueden ser aliadas poderosas para el cuidado de los mismos? Existe una forma sencilla, natural y muy efectiva de aprovechar sus propiedades, creando un preparado casero conocido como purín, que nutre, fortalece y protege nuestros cultivos.
Este método, utilizado en la agricultura ecológica, transforma ingredientes frescos en un líquido cargado de vida. No necesitamos grandes recursos, solo un poco de paciencia… y algo de aroma intenso.
En esta entrada te contamos todo lo que necesitas saber para preparar tu propio purín en casa, usarlo con seguridad y sacarle el máximo partido en tu huerto o jardín.
¿Qué es el Purín?
El purín de plantas es una preparación líquida obtenida a partir de la fermentación de materia vegetal en agua. Se trata de un remedio natural con múltiples beneficios para el huerto ecológico, ya que aporta nutrientes, mejora la vitalidad del suelo y actúa como repelente contra algunas plagas.
Su elaboración es sencilla y aprovecha hierbas silvestres como la ortiga, la consuelda o el diente de león. Al fermentar, estas plantas liberan compuestos beneficiosos (nitrógeno, potasio, calcio o sílice) que luego podemos aplicar directamente sobre la tierra o pulverizar sobre las hojas.
Usos del Purín
El purín es tan versátil como potente. Su aplicación depende de la planta base que utilicemos y del momento del cultivo en el que te encuentres. Aquí te contamos los usos más comunes para que puedas sacarle todo el partido:
- Fertilizante líquido: Aplicado diluido en el riego, el purín aporta nutrientes directamente al suelo, favoreciendo un crecimiento más vigoroso, ya que son especialmente ricos en nitrógeno, fósforo y potasio.
- Estimulador del crecimiento: En etapas clave como el trasplante o el inicio de la floración, un riego con purín bien equilibrado puede dar un empujón extra a nuestras plantas.
- Fortalecedor natural: Al pulverizarlo sobre las hojas, el purín fortalece las defensas de nuestras plantas, ayudándolas a resistir mejor enfermedades y condiciones adversas.
- Repelente de plagas: Algunos purines, como el de helecho o el de ortiga, pueden ahuyentar pulgones, araña roja o cochinillas. Aunque no son insecticidas agresivos, sí crean un entorno menos atractivo para muchos insectos dañinos.
- Acondicionador del compost: Si añades purín a tu compostera, aceleras la descomposición y aumentas el contenido en nutrientes del abono final.
Cómo Prepararlo
Preparar purín en casa es un proceso sencillo y muy accesible, que solo requiere un poco de paciencia y algunos materiales básicos. La clave está en la fermentación de las plantas seleccionadas. Cuándo las dejamos macerar en agua durante varios días, éstas liberan sus compuestos, dándonos como resultado un concentrado líquido lleno de nutrientes y microorganismos beneficiosos para nuestro huerto.
A continuación, te contamos qué necesitas y cómo hacerlo paso a paso:
Materiales Necesarios
- Un recipiente grande plástico o barro (nunca metálico)
- Agua no clorada. Podemos utilizar agua de lluvia o reposada 24h.
- Plantas frescas troceadas (ortiga, consuela, cola de caballo, etc)
- Una piedra o rejilla que nos ayude a mantener las plantas sumergidas.
- Una tela o tapa que permita respirar (mosquitera, saco de yute…)
- Una vara para remover.
- Botellas o garrafas para almacenar el purín filtrado.
Paso a Paso
1º Corta las plantas: Trocea las hojas y tallos en pedazos pequeños para facilitar la fermentación.
2º Coloca las plantas en el recipiente: Aproximadamente 1 kg de planta por cada 10 litros de agua.
3º Agrega el agua: Cubre completamente las plantas con el agua. Si usas agua del grifo, déjala reposar 24 horas antes para que el cloro se evapore.
4º Mantén las plantas sumergidas: Usa una piedra, rejilla o cualquier objeto limpio que mantenga las plantas bajo el nivel del agua.
5º Cubre el recipiente: Tápalo con una tela que deje pasar el aire pero evite que entren insectos.
6º Remueve cada día: Mezcla una vez al día para oxigenar y ayudar al proceso de fermentación.
7º Espera y observa: Tras haber pasado 10 – 15 días, dependiendo de la temperatura, el purín estará listo. Lo sabrás por su olor fuerte y color oscuro.
8º Filtra y almacena: Cuela el líquido y guárdalo en botellas opacas, en un lugar fresco y oscuro.
Conservación
Una vez filtrado, el purín de plantas puede conservarse durante varias semanas o incluso meses si se almacenan en las condiciones adecuadas. Aunque su efectividad es mayor cuando está fresco, con unos cuidados básicos puedes alargar su vida útil y seguir aprovechando sus beneficios en el huerto.
Para conservarlo en buen estado:
- Guárdalo en envases opacos o de vidrio oscuro: De esta manera lo protegeremos de la luz, evitando así la degradación de sus compuestos.
- Ciérralo herméticamente pero con ventilación ocasional: Aunque es importante que el recipiente esté bien cerrado para evitar la entrada de aire, conviene abrirlo brevemente cada cierto tiempo para liberar posibles gases acumulados.
- Guárdalo en un lugar fresco y sombreado: Guarda el purín en un lugar con temperatura estable, alejado del sol directo y de fuentes de calor.
- Agítalo antes de usar: Antes de aplicar el purín, agita bien el envase para homogeneizar los componentes.
Evita almacenar grandes cantidades si no vas a usarlas pronto, y, si notas que el olor cambia drásticamente o aparecen hongos extraños, es mejor desechar el contenido y preparar un nuevo lote. Así, podrás tener a mano un fertilizante líquido natural y potente cuando tus plantas más lo necesiten.
Cómo Aplicar el Purín
Aplicar purín en tu huerto o jardín es sencillo, pero conviene hacerlo de forma adecuada para aprovechar al máximo sus propiedades sin dañar nuestras plantas. Según la planta utilizada y el momento del cultivo, el uso puede variar ligeramente, pero hay algunas pautas generales que puedes seguir:
Diluido como fertilizante
La forma más común de aplicación es diluir el purín en agua antes de regar. La proporción estándar es de 1 parte de purín por 10 partes de agua (al 10%). Esta mezcla se utiliza directamente en el sustrato, cerca de las raíces y aporta nutrientes esenciales, además de mejorar la actividad microbiana del suelo.
Pulverizado como preventivo
En casos en el que utilicemos purín de ortiga, éste podemos aplicarlo pulverizado sobre las hojas, diluido al 5% (1 parte de purín por 20 de agua), para fortalecer la planta frente a plagas y enfermedades. Eso sí, evita hacerlo en horas de sol intenso para no quemar las hojas.
Refuerzo en momentos clave
Aplica purín después de trasplantes al 10%, durante el crecimiento activo o si detectas carencias nutricionales leves. Esto ayuda a estimular el desarrollo y mejorar la resistencia de las plantas.
Precauciones importantes
- Nunca apliques purín sin diluir, ya que su concentración puede dañar las raíces y hojas de nuestras plantas.
- Evita el exceso, más no es mejor. Un uso moderado cada dos semanas es suficiente en la mayoría de casos.
- Atención al ciclo de la planta, en etapas de floración o fructificación, no abuses de purines ricos en nitrógeno (como el de ortiga), ya que pueden hacer que la planta crezca mucho en hojas y tallos, pero produzca menos flores o frutos.
- Si es la primera vez que lo usas, cada especie y entorno puede reaccionar de forma distinta, por ello prueba en pocas plantas primero.