La caigua, también conocida como korila, achocha o pepino andino, es una planta trepadora que sorprende por su rapidez de crecimiento y sus frutos huecos, ligeros y versátiles en la cocina. Originaria de los Andes, esta especie ha sido cultivada durante siglos por su valor alimenticio y sus beneficios para la salud. Aunque es poco conocida en muchos huertos urbanos, la caigua se adapta muy bien al cultivo doméstico gracias a su resistencia, facilidad de manejo y a que necesita poco más que una maceta grande, un tutor y sol.
Esto la convierte en una opción ideal si quieres probar algo nuevo y diferente en tu terraza, balcón o jardín. Además de aportar un toque exótico y verde a tu espacio, te recompensará con vainas comestibles que puedes consumir frescas, rellenas o cocinadas. Hoy te contamos todo lo que necesitas saber para cultivarla paso a paso.
Riego moderado y constante. Mantén el sustrato ligeramente húmedo sin encharcar. Aumenta la frecuencia en épocas secas.
Sol directo o semisombra luminosa, al menos 5-6 h de luz al día.
Gotero / Riego manual cuidadoso.
Cultivo muy fácil, ideal para principiantes.
Prefiere temperaturas de entre 18 °C y 28 °C. No tolera heladas ni temperaturas sostenidas por debajo de 10 °C.
Mediante Semillas.
Cuidados para la Caigua
Requisitos de Suelo
La caigua se desarrolla mejor en suelos sueltos, profundos y con muy buen drenaje. Prefiere climas templados con cierta humedad ambiental, sin encharcamientos y con buena circulación de aire. El pH ideal para su cultivo está entre 6.0 y 7.0.
Preparación del Suelo
Aunque puede crecer en suelos pobres, la caigua produce mejor en terrenos enriquecidos con materia orgánica. Antes de sembrar, es recomendable preparar la tierra con compost maduro o humus de lombriz. Si cultivas en maceta, usa un sustrato universal mezclado con fibra de coco o perlita para mejorar la aireación y la retención de humedad sin compactarse.
Requisitos de Luz
Esta planta necesita al menos 5 ó 6 horas diarias de luz solar directa o luz muy intensa si está en semisombra. En climas muy cálidos, puede beneficiarse de algo de sombra en las horas centrales del día, ya que no tolera bien el calor extremo.
Riego
La caigua requiere riegos regulares, manteniendo el sustrato húmedo de forma constante pero sin encharcar. Es sensible a la sequía prolongada, especialmente durante la floración y formación del fruto. Si el suelo se seca demasiado, la producción se verá afectada.
Métodos de Riego
Se recomienda el riego por goteo o manual, procurando no mojar en exceso el follaje para prevenir enfermedades. En maceta, es importante controlar bien el drenaje y adaptar la frecuencia de riego a la exposición solar y temperatura ambiente.
Cuidado de las Plántulas
Tras la germinación, mantén las plántulas en un entorno templado y con buena luz indirecta hasta que desarrollen al menos dos pares de hojas verdaderas. En ese momento, podrás trasplantarlas a su lugar definitivo, preferiblemente junto a un tutor o estructura por donde trepen. Asegúrate de mantener la humedad sin excesos para que el sistema radicular se establezca correctamente.
Protección Contra Plagas
Aunque la caigua es una planta rústica y de crecimiento vigoroso, puede verse afectada por algunas plagas comunes del huerto, especialmente en climas cálidos o si no se practica la rotación de cultivos. Entre las más frecuentes están los pulgones, la mosca blanca y los trips.
Como ya hemos hablado en otras entradas, como la de los microtomates, sobre pulgones y mosca blanca, esta vez nos centraremos en una plaga menos conocida pero igualmente dañina: los trips
Trips
Los trips (Thysanoptera) son diminutos insectos alargados de color marrón claro, negro o amarillento, difíciles de ver a simple vista. Su daño proviene en gran medida su comportamiento, ya que raspan la superficie de las hojas, brotes o flores para alimentarse, lo que provoca manchas plateadas, deformaciones, bordes resecos y, en casos más graves, caída prematura de flores o frutos. En caiguas jóvenes, una plaga de trips puede ralentizar el crecimiento inicial, mientras que en plantas adultas puede dañar las flores e impedir una buena fructificación.
Esta plaga aparece en ambientes secos y cálidos, especialmente si la planta sufre estrés hídrico o está debilitada. Por eso, mantener una buena humedad ambiental y un riego regular pero sin encharcar es clave para prevenir su aparición. También es recomendable intercalar cultivos con cebollino, ajo o albahaca, ya que sus compuestos aromáticos los repelen de forma natural.
Si ya se ha detectado la presencia de trips, lo mejor es actuar de forma suave pero eficaz. En estos casos podemos aplicar extracto de manzanilla, que tiene efecto repelente y calmante sobre la planta, un método seguro para los polinizadores y respetuoso con el ecosistema.
Además, fomentar la presencia de depredadores naturales es una estrategia muy efectiva y ecológica, los más eficaces a la hora de eliminar esta plaga son las crisopas o la chinche de la flor. Una forma fácil y común de atraer a estos aliados y que siempre recomendamos es plantar flores como caléndulas, eneldo o cilantro en flor, que les ofrecen refugio y alimento alternativo. Recuerda que un entorno biodiverso y equilibrado siempre será el mejor sistema de defensa natural frente a las plagas.
Cómo Reproducir la Caigua
Reproducción por Semillas
La caigua es una planta que se reproduce fácilmente por semillas, cada fruto maduro contiene entre 8 y 20 semillas grandes, oscuras y planas, dependiendo del tamaño del ejemplar y de las condiciones de cultivo. Para recolectarlas, es importante esperar a que el fruto esté completamente maduro, momento que notaremos cuándo este adquiera una coloración amarillenta o anaranjada, empiece a ablandarse y, en algunos casos, incluso se abra por sí solo.
Una vez extraídas las semillas, es momento de lavarlas con agua tibia para retirar restos de pulpa o mucílago que las recubre. Después se dejan secar sobre papel absorbente en un lugar fresco y ventilado durante al menos una semana. Cuando estén completamente secas, podemos guardarlas en un sobre de papel o frasco de vidrio bien cerrado, etiquetadas con la fecha.
Siembra y germinación
La caigua es una planta trepadora tropical que necesita temperaturas templadas y cierta humedad para germinar correctamente. Lo ideal es que comencemos su cultivo en primavera, cuando el riesgo de heladas ha pasado y las temperaturas nocturnas se mantienen por encima de los 15 °C. En climas templados, recomendamos sembrar desde finales de marzo hasta mayo, pero si por el contrario vives en una zona fría, puedes adelantar la siembra y hacerlo en interior o en semillero protegido, para luego trasplantar al exterior cuando las condiciones mejoren.
A la hora de preparar el semillero podemos utilizar macetas pequeñas, bandejas de alveolos o semilleros individuales, una vez seleccionado rellenaremos éstos con un sustrato suelto y rico en materia orgánica, que esté bien humedecido antes de comenzar a sembrar. A continuación, colocaremos una semilla por recipiente, a unos 2 o 3 cm de profundidad, con la parte más plana hacia abajo y cubriremos con una fina capa de sustrato presionando ligeramente.
En condiciones óptimas, con una temperatura entre 20 y 28ºC, buena claridad y manteniendo el sustrato húmedo sin llegar a encharcar, nuestras semillas germinarán entorno a 7 ó 14 días aproximadamente. Recuerda que el tiempo de germinación es estimado, pues puede variar y tardar más si la temperatura es baja o la semilla está demasiado enterrada.
Trasplante
A la hora de trasplantar nuestras plántulas de caigua su lugar definitivo, debemos esperar a que hayan desarrollado al menos 2 o 3 hojas verdaderas y alcancen una altura de 10 a 15 cm. Si has sembrado varias, selecciona las más vigorosas y sanas para asegurar un mejor desarrollo.
Cuando iniciamos la germinación en interior o en semillero protegido es fundamental después aclimatar las plantas al exterior de forma gradual. Para ello, colócalas al aire libre por las mañanas y vuelve a resguardarlas por la tarde o noche durante varios días. Ve ampliando poco a poco el tiempo de exposición diaria hasta que puedan permanecer fuera de forma permanente, ya adaptadas a las condiciones del entorno.
Usos de la Caigua
Usos Culinarios
El fruto de la caigua es muy apreciado en la cocina tradicional andina y cada vez más valorado en otras partes del mundo por su textura suave, sabor delicado y propiedades nutricionales. Se consume principalmente cuando aún está tierno y verde, momento en el que es más jugoso y fácil de cocinar.
Una de las formas más comunes de prepararlo es rellena. Al tener forma de vaina hueca, se le retiran las semillas y se puede rellenar con carne, arroz, verduras, queso o mezclas veganas, para luego cocinarla al horno o al vapor. También se puede consumir en guisos, sopas y salteados, cortada en rodajas o tiras, aportando una textura ligera que recuerda al pepino.
En algunas regiones, se consume incluso cruda en ensaladas, bien lavada y en rodajas finas, ideal para quienes disfrutan de sabores frescos y ligeramente herbáceos. Además, gracias a su bajo contenido calórico y alto contenido en agua y fibra, es un alimento ideal para dietas ligeras y saludables.
Asociaciones
La caigua es una planta trepadora de rápido crecimiento que agradece tener espacio vertical para expandirse. Como todas las cucurbitáceas, puede ser algo exigente en nutrientes, por lo que es importante planificar su ubicación para evitar competencia innecesaria y favorecer asociaciones beneficiosas.
Compatibilidades | Incompatibilidades |
---|---|
Maíz (sirve como tutor natural y proporciona sombra ligera) | Calabazas y calabacines (compiten por espacio y nutrientes) |
Judías o habas (aportan nitrógeno al suelo) | Hinojo (al igual que en otros cultivos, inhibe su desarrollo) |
Cebolla y Ajo (sirven como repelentes de plagas) | Pepinos (muy similares en necesidades, favorecen enfermedades cruzadas) |
Espinacas y acelgas (raíces poco profundas, no compiten con la caigua) | Melón o sandía (demasiada competencia por agua y espacio) |
Ahora que ya sabes un poco más acerca de la caigua, te dejamos algunos productos que pueden servirte de ayuda a la hora de cultivarla en tu huerto:
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